miércoles, 30 de enero de 2008

De la 21 a la 31

  1. ¿Cómo es la demostración de Dios que apela a los grados de ser o perfección de las ideas?

La segunda y tercera pruebas se refieren a los efectos que Dios ha producido, pero en vez de en la naturaleza externa en el propio sujeto cognoscente.

La segunda dice que aunque todas las ideas son iguales en tanto que son ideas, no son iguales en tanto que representan distintos grados de ser o perfección, de manera que quién produce una idea debe tener en sí el mismo grado de perfección que presenta la idea, ya lo tenga en acto, ya sea de manera eminente, que es cuando su naturaleza es tan excelente que la puede producir.

Si tenemos la idea del calor es porque algo caliente en acto nos ha comunicado su grado de ser, de calor. Es decir, para poder tener una idea de calor, algo que previamente tiene ese grado de ser, por ejemplo una hoguera caliente en acto, nos lo tiene que haber comunicado, transmitido, porque en otro caso no podríamos hacernos una idea de ella. Si no hubiéramos recibido de algo azul el grado de ser azul no podríamos tener una idea del azul; y así, un ciego de nacimiento, no la tiene.

Pues bien, Descartes dice que encuentra en su mente la idea de Dios; es decir, la idea de de un ente perfecto, infinito, etc. Ahora bien, esa idea no puede proceder de la nada, ya que de la nada, nada; tampoco puede ser adventicia, es decir no puede venir de fuera ya que no vemos a Dios; tampoco es facticia, porque el mismo Descartes no puede haberla creado, porque Descartes no tiene el grado de perfección que tiene la idea, ni de forma actual -ya que él es imperfecto, débil, lleno de duda e ignorancia- ni de forma eminente –porque aunque se suponga que quizá podría llegar a ser como un Dios, esa idea habla de un ser que es perfecto en acto, y como mucho Descartes lo sería en potencia. La idea de Dios tiene que haber sido puesta por algún ser que alcance toda la perfección de esa idea, es decir por Dios mismo, luego Dios existe.

La manera de proceder de Descartes para demostrar aquí a Dios es eliminativa. Él tiene la idea de un ser perfecto ¿de dónde le viene? No procede de fuera de sí, porque Dios no es visible. Tampoco puede proceder de él, puesto que es imperfecto y, aunque mejorable, nunca llegaría a ser perfecto en acto, ya que como mucho lo es en potencia. Luego si para tener la idea de algo se requiere que quien tenga esa perfección la comunique, alguien que tiene la absoluta perfección correspondiente a la idea de Dios –Dios mismo- debe habérsela comunicado.

22. ¿Cómo es la demostración de Dios que apela a las perfecciones de Descartes?

La tercera demostración dice que él mismo, Descartes, es un ser imperfecto, ya que por ejemplo duda, pero no absolutamente imperfecto, ya que por ejemplo existe. Por tanto, debe explicarse de donde procede lo poco o mucho que tiene de perfecto. Él mismo no puede habérselo proporcionado, porque en ese caso se hubiera dado todo lo que le falta para ser máximamente perfecto, luego debe existir otro ser que sea quien le ha suministrado su mayor o menor grado de perfección, y a ese ser, si no es máximamente perfecto, uno más perfecto debe haberle comunicado su grado de perfección, luego al final debe estar Dios, como ser máximamente perfecto, dispensando perfecciones.

Para entender la prueba hay que considera que Descartes piensa que, en nuestra mente, primero es la idea de Dios y después, por limitación de esta, las de menor perfección. Es decir, no ocurre, según Descartes, que podamos construir la idea de algo perfecto partiendo de algo imperfecto. Más bien es al revés, partimos de la idea de algo absolutamente perfecto y de ahí podemos derivar la idea de algo que sea menos perfecto, aunque también,

23. ¿Por qué la existencia de Dios garantiza la veracidad de las ideas innatas?

Tras estas demostraciones Descartes cree contar con la existencia de un ser máximamente perfecto que, además, ha incluido en su mente ciertas nociones innatas.

Las ideas innatas no están incluidas en el hombre como cosas en un cajón. Más bien ocurre que Dios es quien suministra la razón al ser humano, y esta, al operar de modo natural y espontáneo, las produce.

La cuestión es que al ser por definición perfecto tiene que ser bueno y veraz. Siendo veraz no engaña, y como de él procede la razón que hace que se den las ideas innatas que tenemos, todas ellas quedan automáticamente garantizadas.

24. ¿Cómo se demuestra la existencia del mundo exterior en Descartes?

Lo que Dios garantiza es la realidad, la verdad, de aquellas ideas innatas que tenemos. Como una de esas ideas es la idea de extensión, eso significa que, necesariamente, existe un mundo extenso. Es decir, la existencia de una idea como innata garantiza que esa idea no puede ser falsa, y por tanto, habiendo sido puesta por Dios, y no pudiendo él mentir, tiene que corresponder con algo real.

Sin embargo, la idea de azul, o verde –por ejemplo- no son ideas innatas. Y así, bien pudiera ocurrir, como además Descartes pensará, que el mundo extenso no sea en realidad ni azul ni verde, ya que las ideas de los colores no son innatas, y no están por tanto garantizadas por Dios.

25. Además de la veracidad de las ideas innatas ¿qué otra garantiza la existencia de Dios de importancia para el conocimiento?

Además, de esto, el modo bondadoso de ser de Dios, garantiza que no existe un Genio Maligno que pueda estar continuamente engañándome cuando realizo deducciones.

26. Si Dios garantiza la verdad de las ideas innatas ¿a qué se debe el error humano?

Y así, cuando me engaño o me equivoco no es debido a Dios ni a las ideas innatas, sino a que me precipito y o bien tomo por innato algo que procede de los sentidos, o bien me precipito y creo haber deducidos cosas cuyos pasos no son todos legítimos.

27. ¿Qué dos beneficios tiene el uso del método según Descartes?

La razón, como luz natural del hombre, obraría por sí misma con absoluta seguridad y fiabilidad, sin embargo, el hábito de obrar sin método ha producido en ella cierta ceguera que hace necesario que el hombre sea precavido en sus investigaciones. Para ello, y para recuperar esa luz natural de la razón, es necesario pensar con método, hasta el punto de que es preferible renunciar a la búsqueda de la verdad que buscarla sin método

"Entiendo por método, reglas ciertas y fáciles, mediante las cuales el que las observe exactamente, no tomará nunca nada falso por verdadero, y no empleando inútilmente ningún esfuerzo de la mente, sino aumentando siempre gradualmente su ciencia, llegará al conoci­miento verdadero de todo aquello de que es capaz" Descartes, Reglas para la dirección del espíritu, (regla IV, 371-2),

El método además de prevenir del error, entrena a la mente en el uso natural de la intuición.

Consiste en cuatro pasos; el primero referido a la intuición, el resto a la deducción:

28. ¿En que consiste la regla de la intuición?

Regla de la intuición. Sólo se aceptará como verdadero aquello que se me represente como evidente; es decir, con claridad y distinción. Claridad es la presencia de una idea a un espíritu atento. Distinción se refiere a un conocimiento tal del contenido de una idea, que haga imposible que pueda ser confundida con otra.

29. ¿En qué consiste la regla del análisis?

Regla de análisis. El problema a estudiar se analizará hasta llegar a los elementos simples, es decir a las ideas innatas, que lo componen.


30. ¿En qué consiste la regla de la síntesis?

Regla de la síntesis. Consiste en lo contrario de lo anterior, una vez que se tiene lo simple y fácil de conocer se subirá poco a poco y por pasos hasta el conocimiento de lo más complejo. El modelo es geométrico, se parte de ideas simples (puntos, rectas...) y se pasa a formular teoremas.

31. ¿En qué consiste la regla de la enumeración?

Regla de la enumeración. Se tratará aquí de revisar todo el proceso para asegurarse de que no se ha cometido error. En la medida de lo posible establecer una cierta visión intuitiva del todo basándonos en la intuición precisa de las partes.

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